Creo que por las películas o por lo que había escuchado, siempre me imaginé los casinos como lugares bullosos y con gente viciosa apostando más y más dinero. Además, recuerdo que alguna vez pensé "ir al casino es pecado" o "ir al casino es malo". Y bueno, la realidad o mi percepción fue un poco diferente jajajaja.
El Casino El Polo
Un sábado en la noche tenía dos entradas que había comprado en descuento en el trabajo para ir al cine. Con Take (corto para Takeshi), mi enamorado, revisamos la cartelera de Cineplanet pero la hora de "Dumbo" ya había pasado y el lugar donde proyectaban "Un papá Youtuber" quedaba muy lejos. No queríamos hacer lo mismo de siempre, chorrear en el sillón o salir a caminar. Mientras que veíamos los trailers de las otras películas de la cartelera me dijo: ¿vamos al casino?
El Casino El Polo
Un sábado en la noche tenía dos entradas que había comprado en descuento en el trabajo para ir al cine. Con Take (corto para Takeshi), mi enamorado, revisamos la cartelera de Cineplanet pero la hora de "Dumbo" ya había pasado y el lugar donde proyectaban "Un papá Youtuber" quedaba muy lejos. No queríamos hacer lo mismo de siempre, chorrear en el sillón o salir a caminar. Mientras que veíamos los trailers de las otras películas de la cartelera me dijo: ¿vamos al casino?

Tiempo atrás había escuchado que algunos amigos de la universidad iban al "casino que estaba en el polo" y le propuse ir a ese. Anteriormente, él había ido con sus amigos a uno que estaba en Miraflores, pero quedaba muy lejos de donde nos encontrábamos. Y así llegamos al "casino que estaba en el polo", que por casualidad se llama Casino El Polo, y nos pidieron nuestros DNIs en la puerta.
El lugar estaba bien iluminado y había música de fondo y un poco de bulla, pero no aquella que no te permite hablar. El primer piso estaba lleno de tragamonedas por lo que bajamos al sótano, seguimos de frente y llegamos a un salón con ruletas. Dimos unas cuantas vueltas alrededor de las dos grandes ruletas electrónicas para observar cómo jugaban las personas, algunas de las cuáles nos miraban con cara de: ¿qué hacen estos chibolos por aquí? Muchas personas eran mayores, pero habían también personas jóvenes, de 30 años maso menos.
La ruleta electrónica
Una de las mesas se desocupó y aprovechamos en sentarnos ahí. Take comenzó a jugar primero, sacó 20 soles de su billetera y los colocó en una ranura. Yo cogí la silla del costado y me acerqué a él para ver qué hacía exactamente. El juego era simple: en el tablero seleccionabas el color (negro o rojo), par o impar, la grupo (primero, segundo o tercero), la fila o el número exacto sobre el cuál creías que caería la pelota. No era necesario elegir todas las categorías a la vez, bastaba con elegir un color, pero mientras más acertada era tu elección más dinero podías ganar así como perder. Momentos antes de que la ruleta comience a girar, las pantallas se congelaban y no podías elegir más opciones.
El tablero que me tocó era parecido al de la siguiente foto:

Luego de verlo jugar unas cuántas veces, me animé a participar, solo que en vez de colocar 20 soles, puse 10 (tenía miedo de perder más dinero). Comencé a jugar y después de ganar y perder algunas veces, vi que había ganado ¡5 SOLES! (osea en total tenía los 10 que coloqué más los 5 que gané). Era la primera vez que ganaba dinero y solo estaba muy feliz por ello jajaja. Decidí retirarme ahí mismo pero Take siguió jugando un rato más y al final salió con lo que había entrado, osea 20 soles.
Hay distintas estrategias y teorías de cómo ganar en la ruleta electrónica, como por ejemplo el método monje. Pero en verdad, yo creo que todo es cuestión de suerte.
Cogimos nuestros vales que la máquina había impreso y nos acercamos a caja para cambiarlos por dinero real. Estaba muy feliz con mi pequeño logro. Recibí mis 15 soles e instantáneamente los guardé en mi billetera. Después de nosotros se acercó un viejito quien retiró 600 soles de su tarjeta aproximadamente. Con Take nos miramos y creo que ambos pensamos: "ala, esa es la mitad de nuestro sueldo".
Al final de la noche, mis 5 soles terminaron pagando parte del estacionamiento jajajaja. Me dio un poco de pena pero no tenía más sencillo para dar. Ahora que lo pienso, creo que ir al casino por primera vez era una experiencia que inconscientemente estaba en mi checklist de cosas por hacer en mi vida. Si tenías dudas sobre ir o no, te lo recomiendo por completo, siempre siendo responsable con el dinero que gastas. Es un lugar diferente donde puedes jugar y conversar tranquilamente con las personas que vayas. Siempre es bueno vivir nuevas experiencias y ¡aún mejor si te sirven comida gratis!
Ésta es la única foto que tomé esa noche, foto que registra mi pequeño gran logro:
¡Mucha suerte superando mi premio de esa noche!
- Vale
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